Nuestro mundo está cambiando tan rápido. Hay aquellos que están tratando de sacar a Dios de todo lo que nuestro país representa. Incluso nuestros delanteras padres sabían de la importancia de su fe cuando firmaron la Declaración de Independencia. Ahora usted tiene los que están tratando y por desgracia tener éxito en cambiar la historia.
Muchos de nuestros jóvenes hombres y mujeres murieron sirviendo a esta gran tierra incluyendo a mi único hermano. Él murió en Vietnam en 1966 después de cumplir los 20 años A pesar de que no estaba a favor de la guerra, luchó para salvar a sus sobrinas y sobrinos para que pudieran vivir en un mundo de libertad. A menudo me pregunto lo que él, junto con otros que diría cuando se enteran de las eliminación de la "Una nación bajo Dios" en el Juramento a la Bandera. Incluso se ven obligados a cambiar nuestras escuelas. No más se puede decir las vacaciones de Navidad o cantar una canción de Navidad en el programa de un niño. Es tan triste.
Mi oración es para que América despierte y vea que estamos en un curso de auto-destrucción. No se puede sacar a Dios del mundo en lo que es Su decidir. Que Dios bendiga a Estados Unidos y todos los que sirvió y seguirá sirviendo esta gran tierra.
El siguiente poema fue escrito desde mi propio punto de vista. Yo amo a Dios, la familia y nuestro mundo. Todavía creo que no es demasiado tarde para que América se despierte, pero debemos hacerlo de inmediato antes de que sea demasiado tarde.
Victoria
Te saludo, América. La tierra que me encanta.
Naciste de la libertad y la bendijo desde arriba.
Muchos lucharon por el derecho a ser libre en esta tierra.
Otros murieron por su país a pesar de que no entendían.
fundación de nuestra nación fue capaz y fuerte.
Estos hombres lucharon por la libertad de las cosas que estaban mal.
Claro ... tenían miedo, pero ellos hicieron lo que era correcto.
Creían en un Padre que estaba con ellos en la noche.
Estamos orgullosos y aplaudimos a todos los soldados que murieron.
Ellos ayudado a darnos la libertad y esto no se puede negar.
Dios es nuestro líder. Él es el Sanador de los hombres.
Nuestros antepasados sabían esto cuando firmaron con una pluma.
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